lunes, 26 de febrero de 2024

San Agustín, Doctor de la Iglesia y Patrono de los que buscan a Dios


 San Agustín, Doctor de la Iglesia y patrono de los que buscan a Dios


28 de agosto de 2022 / 12:01 AM

Cada 28 de agosto, la Iglesia Católica celebra a San Agustín de Hipona, el célebre obispo de la antigüedad que encaminó a la filosofía y la teología por la ruta de la cooperación, de tal manera que quedaron sentadas las bases de la doctrina cristiana, como depositaria de la verdad -aquella que inquieta el corazón del ser humano y que se plenifica en el encuentro con lo divino-.

Poseedor de una fineza espiritual y una profundidad intelectual extraordinarias, Agustín de Hipona no solo ha dejado una huella indeleble en la tradición eclesiástica latina, sino que su pensamiento ha producido un impacto decisivo para la ciencia occidental.

En San Agustín toda alma que busca la verdad encuentra un amigo seguro y fiable. Por eso es el patrono de "los que buscan a Dios".

A San Agustín se le cuenta entre los Padres de la Iglesia, y forma parte también de la lista de los Doctores de la Iglesia. Fue un brillante orador, filósofo y teólogo, autor de célebres textos entre los que se encuentran las "Confesiones" y "La ciudad de Dios". Sirvió a la Iglesia como sacerdote y obispo.

"Tarde te amé"

San Agustín de Hipona nació el 13 de noviembre del año 354 en la ciudad de Tagaste, ubicada al norte de África, en lo que hoy sería Argelia. Sus padres fueron Patricio Aurelio, ciudadano romano, y Mónica, mujer cristiana de probada virtud que alcanzaría la santidad por su abnegación y perseverancia, rezando y luchando por la conversión de su esposo y su hijo, Agustín.

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En su juventud, Agustín se entregó a una vida libertina, dada a los placeres mundanos. Convivió con una mujer durante catorce años, con la que tuvo un hijo de nombre Adeodato, quien murió muy joven.

Agustín, antes de su conversión al cristianismo, pretendió hacerse de fama y prestigio: pasó primero un tiempo en Cartago y luego se trasladó a Roma, capital del imperio. Sin duda, tanto su brillantez como inteligencia excepcionales lo ayudaron a convertirse en un gran orador (algo así como un abogado defensor de hoy). Abrazó diversos tipos de doctrinas y creencias, y por largos años estuvo vinculado a la secta de los maniqueos (variante del gnosticismo).

Las cosas empezaron a cambiar cuando fue destacado como orador del emperador en Milán. Allí conoció a San Ambrosio, obispo de la ciudad, cuyo testimonio de sabiduría y habilidad retórica lo dejaron impresionado como nada lo había hecho antes. Providencialmente, Agustín fue capaz de reconocer gracias a aquel hombre santo tanto la luz de la Verdad -con mayúscula- que había buscado como, por contraste, la oscuridad en la que se encontraba su existencia.

Un día, cuando Agustín estaba en un jardín, sumido en una profunda melancolía, escuchó la voz de un niño que le decía: "Toma y lee; toma y lee". El santo abrió, al azar, una biblia que tenía a mano. Sus ojos se posaron en lo primero que vio: el capítulo 13 de la carta de San Pablo a los romanos. Este decía:

"Nada de comilonas ni borracheras; nada de lujurias y desenfrenos...revestíos más bien del Señor Jesucristo y no os preocupéis de la carne para satisfacer sus concupiscencias" (Rom 13,13-14). Aquel texto le tocó el alma y aceleró su proceso de conversión. En ese momento resolvió cambiar de vida según Cristo, empezando por renunciar a los placeres carnales y ser casto.

"Tarde te amé, oh Belleza siempre antigua, siempre nueva. Tarde te amé", dice San Agustín en sus Confesiones.

Fuente.- https://www.aciprensa.com/noticias/52011/cada-28-de-agosto-se-celebra-san-agustin-doctor-de-la-iglesia-y-patrono-de-los-que-buscan-a-dios


domingo, 25 de febrero de 2024

!Levantad a Nuestro México!

 


Es la hora del Amor

Misericordioso de Nuestro Dios sobre

vosotros, sois hijos de Dios, hijos Míos, y

entre todos, en oración, levantad a Nuestro

México, dado al Profeta J. V. el 11 de diciembre del 2023

 

https://elejercitomariano.blogspot.com

Rosario – Mensaje ÚNICO

Mensaje de La Santísima Virgen de Guadalupe a J. V.

Habla La Santísima Virgen de Guadalupe.

Hijitos Míos, Soy vuestra Madre, en la Advocación de Guadalupe. En Mi Aparición en el cerrito y en esos tiempos, que eran tiempos de tribulación de los primeros pobladores con la conversión de su primer grupo de unión, en donde se daba ya, la sangre, la nueva sangre de México, la sangre de los mexicas con la española. Yo vine a uniros, Mis pequeños, vine a unir lo que sería la nueva sangre, la sangre del México que vivís todos vosotros.

Os repito, eran tiempos de tribulación, acababan de tener guerras tremendas en la conquista; y ahora os repito esas palabras con las que Me presenté a Juan Diego, cuando él, también, estaba en tribulación: ¿Qué no estoy Yo aquí, que Soy vuestra Madre? Estáis ahora en tiempos de tribulación muy fuerte, Mis pequeños. No solamente en Mi México, sino en todo el mundo, pero, Me centraré en Mi México.

Esta nueva raza, que se formaba y que Yo, en cierta forma, bautizaba y apoyaba, formaba una Alianza, la de aquí de los mexicas con los españoles.

Vine a traer la unión, vine a traeros Paz y Alegría en Mi Hijo, Alegría en Dios, el Dios Verdadero. Venía a apoyar, aquí, la Vida de Mi Hijo, que ya se les enseñaba a los pobladores, y que llegó de España, a través de Mis hijos predilectos.

Una nueva vida, el nuevo mundo, unas nuevas tierras, a las que Yo, vuestra Madre, cuidaba y cuidaría y apoyaría para siempre.

Mis pequeños, es Mi México lleno de tribulaciones, y estas tribulaciones, causadas, precisamente, por la envidia de satanás. Aquí, es en donde el

Génesis se hace patente, cuando Mi Padre, vuestro Padre Dios, habla de Mí, y Me pone como La Gran Enemiga de satanás, a Mí, vuestra Madre, protegiéndoos a todos vosotros.

Satanás, celoso, por Mi Amor hacia vosotros, Mis hijos mexicanos, desde aquel tiempo, ha venido tratando de destruiros, de destruir estas tierras bendecidas por Mi Padre, vuestro Padre, Nuestro Dios, y no podrá destruiros, porque, principalmente, Él, en Su Santísima Trinidad, vela por todos vosotros, y que es algo que vosotros mismos, mexicanos, no habéis aprovechado ni agradecido.

Sois un pueblo predilecto por Dios, y que se Me dio a Mí, vuestra Madre, para cuidaros, y hacer de este México, una gran tierra de Amor, la gran tierra del Nuevo Mundo. Por eso, tenéis ahora, este gran, gran, problema de tribulación, causado por vuestros gobernantes, pero atrás de ellos comandados por satanás.

Como en aquel tiempo, la tribulación, como os expliqué, se dio al principio de esta unión de razas, ahora, satanás quiere destruiros, como ha querido hacerlo desde hace tiempo, desde la unión de razas y no ha podido. Y quiero que esto lo meditéis, Mis pequeños, para que os deis cuenta de cómo habéis sido protegidos por tanto tiempo, pero, vosotros habéis desperdiciado esta Gracia tan grande, de que sois protegidos por el Cielo. No habéis puesto gran cosa de vuestra parte, porque, si hubierais mantenido esa alegría del principio, de ser un pueblo escogido, y os hubierais mantenido en oración, en alegría, en Gracia, hubierais terminado con la fuerza de satanás desde aquel tiempo, pero, habéis desperdiciado tanto.

Pero, os vengo a dar una buena noticia, Mis pequeños, el tiempo de satanás ha terminado, la tribulación para vosotros, Mi pueblo mexicano, pronto terminará.

Tendréis, nuevamente, una libertad grande, que os dará Nuestro Padre Dios y que Yo, vuestra Madre, mantendré cuidándoos, contra aquél que tanto ha tratado de destruiros.

Sois un pueblo escogido, ya es hora de que vosotros entendáis esta predilección del Cielo y que os comportéis como debéis comportaros, como hijos de Dios, hijos Míos, consagrados a Mi Inmaculado Corazón. Ya este es el tiempo de la liberación de vuestro país, Mi país.

Orad, intensamente, porque satanás, todavía, dará sus coletazos malévolos para tratar de destruiros, pero, la oración de parte vuestra, lo vencerá. Son los últimos momentos de satanás y el principio de vuestra liberación.

Agradeced, pues, a Nuestro Padre Dios, al que le debéis todo, y a Mí, vuestra Madre Santísima, que os hemos venido cuidando y que seguiremos cuidándoos, para hacer de esta nación, una gran nación ante el Mundo entero. Os repito, sois hijos de Dios, vuestra patria fue escogida para algo grande en lo futuro, agradeced a nuestro Dios y Señor, humillaos ante él, y sed como Mi pequeño hijo Juan Diego, que se ganó el Cielo, al servirMe a Mí en Sencillez, en Humildad y con un gran amor.

Es vuestro tiempo, aprovechadlo, Mis pequeños.

Es la hora del Amor Misericordioso de Nuestro Dios sobre vosotros, sois hijos de Dios, hijos Míos, y entre todos, en oración, levantad a Nuestro México.

Gracias, Mis pequeños.




Ver Mensajes al Profeta J.V. en

https://www.diospadresemanifiesta.com

San Agustín, Doctor de la Iglesia y Patrono de los que buscan a Dios

 San Agustín, Doctor de la Iglesia y patrono de los que buscan a Dios 28 de agosto de 2022 / 12:01 AM Cada 28 de agosto, la Iglesia Ca...