lunes, 7 de noviembre de 2022

MENSAJE DE LA INMACULADA VIRGEN MARÍA Y SAN FRANCISCO DE ASÍS


                               

MENSAJE DE LA INMACULADA VIRGEN MARÍA

Y SAN FRANCISCO DE ASÍS.

 

04 de octubre de 2022

 

Mi amado hijo: Quien escribe fue nuevamente atacada, por satanás para evitar que escribiera y diera a conocer este mensaje… con miedo y dolor, ha sido dócil a la Inspiración Divina. Conoce y vive este mensaje.

En la primavera de 1206, tuve mi primera visión. En el pequeño templo de San Damián, abandonado y destruido, escuché ante una imagen de Jesucristo, una voz que me hablaba en el silencio de mi muda y amorosa contemplación: “Francisco ¿no vez que mi Casa se está derrumbando? Ve entonces y restáurala”.

Tomé al pie de la letra esta inspiración y me dediqué a la reconstrucción de pequeñas capillas en ruinas que se encontraban en las cercanías de Asís. Más tarde entendí que por “casa” Dios no se refería solamente a los templos materiales, sino a las personas, es decir, a los cristianos del mundo.

Tú también tienes la Gracia de ayudar a restaurar la Casa de Dios, que ahora se derrumba de nuevo.

Por eso te comparto algunas reflexiones iluminadas por el Espíritu Santo, en mi vida terrenal, para que te ayuden en este camino en el que el Señor te ha puesto:

¡Comencemos a servir! Lo que hemos hecho hasta ahora es poco y nada.

La verdadera enseñanza que transmitimos es lo que vivimos, y somos buenos predicadores cuando ponemos en práctica lo que decimos.

Si tú, siervo de Dios, estás preocupado por algo, inmediatamente debes recurrir a la oración y permanecer ante el Señor, hasta que te devuelva la alegría de su Salvación.

La pobreza nos permite darnos cuenta de lo engañosas que son muchas “seguridades materiales” o de lo efímeros que son ciertos momentos de consuelo que no tocan el fondo del alma.

 

La pobreza de espíritu nos permite, en fin, disfrutar verdaderamente de la realidad, porque nos conecta con lo sencillo, con las personas, con Dios… independientemente de las circunstancias externas.

Aunque a veces se piense que la prosperidad y el confort son la clave de la felicidad, la experiencia humana y cristiana es diversa; nos damos cuenta de que la verdadera alegría de una persona, se mide más bien por la profundidad y la autenticidad de sus relaciones. Esta es la riqueza del pobre de corazón.

El pobre de corazón disfruta de las cosas, sin ser poseído por ellas; sabe detectar en su interior esa tendencia que tenemos a construir nuestra vida, incluso de manera no tan consciente, como si la felicidad dependiera fundamentalmente de lo que tenemos.

Para ayudar a superar la crisis, hemos de aprender a escuchar la voz del Espíritu en nuestro interior, entrar en las ruinas y mirar a Cristo, ser capaces de despojarnos de nuestras seguridades e ingresar en la lógica de la donación gratuita.

¡Pidan al Señor que los haga instrumentos de Su Paz y Amor!

Intercedo por ti, por todos ustedes ante la Santísima Trinidad y Nuestra Madre la Inmaculada Virgen María.

Esta Madre hará posible su reencuentro con mi Hijo Jesús, para esto es necesario hacerse pequeñito, tener fe y ceder a Mi Corazón.

Reciban la maternal bendición de su Eterna Madre, la Siempre Virgen María



  “Quien medite de corazón cada uno de estos mensajes, obtendrá Gracias especiales para su vida espiritual. Si es pecador, se convertirá; si es imperfecto, se volverá perfecto; si es santo se hará más santo; si es tentado triunfará; si sufre, podrá encontrar en estas meditaciones, la fuerza, la medicina, el consuelo; y si su alma es débil y pobre, hallará un alimento espiritual y un espejo en el que mirándose continuamente, se embellecerá y se hará semejante a Jesús, nuestro modelo. AMEN, AMEN, AMEN.