Miércoles 30 de noviembre
de 2022
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Habla la Santa Virgen
Inmaculada:
Hijo (Sacerdote), traduce este breve Mensaje, ayuda a Mi
querida “E” –la Profeta-.
Hijos Míos, hoy se recuerda al que
fue considerado el primer Apóstol de Mi Hijo Jesús, su vida, poco conocida,
estuvo llena de fe, entrega y amor al predicar la luz del Evangelio hasta dar
su vida por él, continúen tomando estos Mensajes para enriquecer su alma y
reforzar su fe.
Habla San Andrés:
Hermanos en Cristo Jesús, este es
Andrés, hermano de Simón, llamado Pedro; y como el humilde pescador de Galilea,
fui Discípulo de Juan el Bautista y les hablaré de aquella llamada que cambió
mi vida para siempre; nunca olvidaré aquel día que escuché como Juan se dirigió
a Jesús diciéndole, “He
aquí al Cordero de Dios”; mi corazón se llenó de una gran
emoción al oír esas palabras, supe que ese hombre era “el verdadero Mesías”,
desde entonces seguí a Jesús, fui donde mi hermano Simón y le hablé de Jesús
para que también pudiera conocerlo.
Para mí hablar de Jesús no era
suficiente, tenía que llevar con él a mi hermano para que se convenciera acerca
del Verbo hecho Carne, Simón Pedro debía tener un encuentro personal con Jesús,
así, junto con mi hermano Pedro, fui llamado a ser un pescador de hombres (Mc.
1, 16-18).
Pasando Jesús junto al Lago de Galilea,
vio a Simón y su hermano Andrés que estaban echando las redes en el lago, pues
eran pescadores y Jesús les dijo: “Vengan conmigo y los haré pescadores de hombres. Ellos
dejaron inmediatamente las redes y lo siguieron. (Mt. 4, 18-20). Paseando
junto al lago de Galilea, vio a dos hermanos: Simón, llamado Pedro, y su
hermano Andrés, que estaban echando la red en el lago, pues eran pescadores,
Les dijo: vengan conmigo y los haré pescadores de hombres. Ellos dejando
inmediatamente las redes lo siguieron.
Ahora ustedes, están llamados a
salvar almas para el Señor, ¿porqué algunos todavía dudan?; muchos
quisieron ver lo que ustedes han visto y oír lo que escuchan, no hay espacio
para la duda, tuve la oportunidad de decirle al Señor sobre el muchacho que
tenía cinco panes y dos peces cuando Jesús predicaba al lado del mar de Galilea,
(Jn. 6,8-9), entonces intervino otro de sus Discípulos, Andrés, el hermano
de Simón Pedro, diciendo: Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada
y dos peces; pero ¿Qué es esto para tanta gente?.
Con esto quiero decirles, que el Señor
no quiere que estén sentados en los laureles esperando una oportunidad para
servirLo, sino que, encuentren maneras
creativas de cumplir con Su Voluntad siendo observadores y oportunos, deben
de ser astutos, cautelosos y emprendedores, atentos a lo que el Señor necesita
de ustedes.
Estuve presente con el Señor en la Ultima
Cena, vi a Jesús resucitado, fui testigo de Su Ascensión, en el día de Pentecostés
recibí junto con la Virgen María y los demás Apóstoles al Espíritu Santo en
forma de Lenguas de Fuego y en adelante, me dediqué a predicar con gran
valentía el Evangelio.
Después de predicar en lugares muy
lejanos mi muerte se acercó, cuando vi que llevaban la Cruz para martirizarme
exclamé: ¡Yo te venero Cruz Santa que me recuerdas la Cruz donde murió mi Divino
Maestro.
Mucho había deseado imitarlo en este
martirio, bendita la hora en que Tú al recibirme en tus brazos, me llevarás junto
a mi Maestro en el Cielo.
Me ataron a una cruz en forma de X
(equis), ahí estuve padeciendo por tres días, durante los cuales estuve
predicando el Evangelio a todos los que se me acercaban, hasta que Dios recogió
mi alma.
Intercedo por ustedes ante el Padre Celestial
para que sean valientes guerreros y predicadores.
Su hermano en Cristo Jesús,
Andrés.
Habla la Inmaculada Virgen Maria:
Hijos míos. Andrés fue un hombre determinado pero al mismo tiempo tenía un carácter tranquilo y pacífico, era un hombre lleno coraje y muy valiente, tenía una gran sensibilidad con respecto a las cosas de Dios y buscaba siempre estar en comunión con El, a pesar de haber sido Andrés quien encontró primero al Señor, fue Simón Pedro el enaltecido como la "Piedra Angular", cualquier otra persona se hubiera sentido frustrada y hasta molesta pero Andrés, supo obedecer a Pedro cuando fue nombrado Cabeza de la Iglesia, no dejó que su orgullo lo dominara sino que, sabiendo la Voluntad del Señor obedeció sin cuestionar, los invito a seguir su ejemplo, ya que su vida muestra que el que ocupa un lugar de honor no es siempre el que habla, y si él fue el primero también debía ser el último practicando la verdadera humildad.
Andrés vivió al servicio de los demás sin protagonismos inútiles, pero eso no significa que no cumpliera su papel evangelizador con compromiso y alegría, fue sencillo, servicial y sobre todo tuvo una fe inquebrantable en las promesas de Dios, hagan lo mismo y crean, reciban Mi Amorosa Bendición como su Eterna Madre,
la Virgen María.
AMEN, AMEN, AMEN