sábado, 12 de noviembre de 2022

“Mensaje de San Martín de Tours”

“Quien  medite de corazón cada uno de estos Mensajes, obtendrá Gracias especiales para su vida espiritual. Si es pecador, se convertirá; si es imperfecto, se volverá perfecto; si es santo se hará más santo; si es tentado triunfará; si sufre, podrá encontrar en estas meditaciones, la fuerza, la medicina, el consuelo; y si su alma es débil y pobre, hallará un alimento espiritual y un espejo en el que mirándose continuamente, se embellecerá y se hará semejante a Jesús, nuestro modelo. AMÉN, AMÉN, AMÉN.


“Mensaje de San Martín de Tours”

11 de noviembre de 2022

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Hijos míos; este día la Iglesia Católica recuerda a Martín de Tours, a quien siempre se le veía de buen genio, alegre y amable; además de que en su trato empleaba la más exquisita bondad con todos, escuchen y vivan su mensaje.

Escribe hija mía, sin miedo, en italiano para que mi amado hijo lo traduzca y lo comparta con mi Calcañar y a todos los hombres de buena voluntad.

       “Por Gracia de Divina les hablo a todos ustedes. Un día de invierno del año 337, me encontré en el camino con un pobre hombre que estaba temblando de frio y a medio vestir. Como no llevaba yo nada más para regalarle, saqué la espada y dividí en dos partes mi manto y le di la mitad al hombre.

Esa noche vi en sueños que Jesucristo se me presentaba vestido con el medio manto que yo le había regalado al hombre y escuché que me decía: “Martín, hoy me cubriste con tu manto”.

Luego me presenté a mi general y le dije: “hasta ahora te he servido como soldado. Déjame de ahora en adelante servirle a Jesucristo propagando su santa religión”.

El general quiso darme varios premios, pero le dije: “Estos regalos repártelos entre los que van a seguir luchando en tu ejército. Yo me voy a luchar en el Ejército de Jesucristo y mis premios serán espirituales.

     Un día, un antiguo compañero de armas me criticó diciéndome, que yo era un cobarde por haberme retirado del ejército.

Entonces le contesté: Con la espada podía vencer a los enemigos materiales. “Con la Cruz estoy derrotando a los enemigos espirituales”. Hubo personas que me difamaron y mis amigos me decían que debía hacerlos castigar, pero yo les respondía: “Si Cristo soportó a Judas, porque no he de soportar yo a este que me traiciona”.

Siempre traté de servir a Jesús, por eso frecuentemente le decía: Señor, si en algo puedo ser útil todavía, no rehúso ni rechazo cualquier trabajo y ocupación que Me quieras mandar”.

      Fui en vida soldado sin quererlo, monje por elección y obispo por deber. Ahora los invito a cumplir su misión y entregarse al Señor con todo su corazón.

      Intercedo por todos ustedes ante el Padre Eterno, para que, sean valientes soldados de Jesucristo. Su hermano mayor en Jesús Martín de Tours.   

      Hijos míos, sepan esto: El medio manto de San Martín (el que cortó con la espada para dar al pobre) fue guardado en una urna y se le construyo un pequeño santuario para guardar esa reliquia. “Como en latín para decir medio manto se dice capilla”, la gente decía: “vamos a orar donde está la capilla”. Y de ahí viene el nombre de “capilla”, que se da a los pequeños lugares que se hacen para orar.

        Que el buen Martín de Tours les obtenga de Dios la Gracia de recordar siempre que todo favor que ha de hacerse al prójimo, lo recibe y lo paga Jesucristo, como si se le hubiera hecho a él en persona.

       Martín fue un hombre valiente y de carácter fuerte y su entrenamiento militar lo preparó para librar batallas espirituales contra satanás; los cultos de la idolatría y todas las formas de herejía, por eso intercede de manera especial por todos ustedes, Mis guerreros espirituales.

       Nunca pasó una sola hora ni un momento en el que él no estuviera orando; o si se daba el caso que estuviera ocupado en algo más, aun así, nunca dejaba que su mente se liberara de la oración.

        Ahora les presento una de las oraciones más hermosas que hacía Martín: << Ciertamente es terrible Señor, la lucha de la guerra corporal, y es seguro que ahora esto es suficiente que haya seguido la pelea hasta este momento; pero si me ordenas que persevere en el mismo esfuerzo para detener a Tu Rebaño, no me rehúso… Entregado completamente a Ti, cumpliré con cualquier deber que me asignes AMEN.

    {No me rehúso} {No me rajo} este es el carácter que manifestó Martín a lo largo de su vida terrenal. Por eso, a semejanza de este hermano mayor suyo, “no se rehúsen, no se resistan a cumplir la misión que les ha sido dada por las Divinas Personas”.

     Sigan el ejemplo de Martín de Tours, un sirviente de los pobres, un hombre de paz y al mismo tiempo de lucha por las almas, y un indicio e instrumento de la Misericordia de Dios.

RECIBAN LA MATERNAL BENDICIÓN DE SU MADRE, LA INMACULADA VIRGEN MARÍA.

AMEN, AMEN, AMEN.