Mensaje de San Juan de
la Cruz
14 de diciembre 2022
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Habla la Inmaculada Virgen María:
Hijo “O” –Sacerdote-, continúa a
traducir lo que escribe “E” en italiano, esto es uno de tus primeros encargos,
continúa a hacerlo con obediencia, fe y amor.
Escribe hija de Dios, prepárate a
recibir este mensaje.
Hijos Míos, Dios Padre quiere
instruir y fortalecer el alma de ustedes, por esto, sus hermanos mayores los Santos,
continúan a hablarles por Gracia Divina, en este modo, pueden realizar el
camino hacia la santidad que han recorrido, practicando la Virtud: como la
obediencia, la perseverancia, la fuerza, la humildad, la fe, pero sobre todo el
amor.
Hoy la Iglesia Católica recuerda a
Juan de la Cruz, que escogió cantar y amar en medio de las dificultades en la
noche del desprecio, de la injusticia, del odio de muchos, Juan de la Cruz, ha
demostrado que Dios, no está sujeto a nada, su cuerpo era prisionero, pero
lleno del Espíritu Santo.
Habría podido recluirse en su rencor
y perderse en mil vacilaciones, pero su alma, no era perturbada, mientras
estaba en prisión era libre, y para esto ha escogido cantar y amar.
Juan de la Cruz los invita a vivir
las ofensas y los sufrimientos como una purificación de todas las cosas, como
un modo que el Señor tiene para acercarlos a Él, se ha concentrado sobre lo
esencial, dejando aparte las distracciones que podrían obstaculizar su íntima
unión con Dios, por esto, “sus palabras son luz en la obscuridad”; escucha su Mensaje y como los
precedentes, háganlos vivos y profundícenlos en su fortalecimiento y su
crecimiento espiritual.
Fray Juan de la Cruz:
La paz de Jesucristo, sea hijos,
siempre en su alma, soy Fray Juan de la Cruz quien hoy se dirige a ustedes por Gracia
Divina, sepan ustedes que en el vacío y sequedad de todas las cosas, Dios sabe
probar a los que son soldados fuertes para vencer su batalla, que saben beber
el agua en el aire sin pegar el pecho en la tierra, como los soldados de Gedeón
Jueces 7,5-6 Gedeón los llevó a tomar agua, y Dios le dijo: Pon a un
lado a los que se inclinen para beber, y aparta a todos los que saquen agua con
las manos y la beban como los perros, que vencieron con barro seco
y candelas encendidas dentro, que significa “la sequedad del sentido y dentro
el espíritu bueno y encendido”; también sepan, que “el que busca gusto en
alguna cosa, ya no se guarda vacío para que Dios le llene de su inefable
deleite, y así como va Dios, así se sale, “porque lleva las manos embarazadas y
no puede tomar lo que Dios le da”, Dios nos libre de tan malos embarazos, que
tan dulces y sabrosas libertades estorban.
Esto por mí lo veo que cuanto las
cosas más son mías, más tengo el alma y corazón en ellas y mi cuidado, porque,
la cosa amada se hace una con el amante y así hace Dios con quien le ama, de
donde no se puede olvidar aquello, sino, olvidarse de la propia alma y aun de
la propia, se olvida por la amada por que más vive en la amada que en sí, en lo
del alma; lo mejor que tienen para estar seguros es no tener asidero a nada, ni
apetito de nada, y tenerle muy verdadero y entero a quien la guía conviene,
porque si no ya sería no querer guía, y cuando basta una y es la que conviene,
todas las demás, o no hacen al caso o estorban.
No se hazga el alma que como no falte
oración, Dios tendrá cuidado de sus cosas, quiere Dios almas no haraganas ni
delicadas, ni menos amigas de sí; de manera que con un poco de diligencia,
pueden ir adelante en toda virtud, y ha sido grande dicha insignia de Dios
dejar otras y traerla a ella, y aunque más le costara lo que deja no es nada
que eso presto se habría de dejar así como así, y para tener a Dios en todo,
conviene no tener en todo nada, ¿porque el corazón que es de uno, como puede
ser todo de otro?
Les digo que no hay para que
inquietarse por aquellas cosillas del mundo sino que, hagan lo que les tienen
mandado, y cuando se lo impidieren, obediencia y oración que Dios proveerá lo
mejor a ustedes que se esmeran por agradar, los que quieren bien a Dios, Él se mantiene al cuidado de sus cosas, sin que
ellos se lo soliciten por ellas.
Hijos y hermanos míos, les digo que
es menester para agradar mucho a su merced, el Señor, procuren siempre
inclinarse, no a lo más fácil, sino a lo más dificultoso, no a lo más sabroso,
sino a lo más desabrido, no a lo más gustoso, sino antes, a lo que da menos
gusto, no a lo que es descanso, sino a lo trabajoso; no a lo que es consuelo,
sino antes al desconsuelo; no a lo más sino a lo menos, no a lo más alto y
precioso, sino a lo más bajo y despreciado; no a lo que es querer algo sino a
no querer nada; no andar buscando lo mejor de las cosas temporales, sino a lo
peor y desear entrar en toda desnudes y vacío y pobreza por Cristo de todo
cuanto hay en el mundo; pidan a Dios el deseo de imitarlo así como yo se lo
pedí, concédeme o Cristo un constante deseo de imitarte en todas mis acciones,
ilumina mi espíritu para que contemplando Tu Ejemplo, aprenda a vivir como Tú
has vivido; ayúdame Señor a renunciar a todo lo que no es plenamente a honor y
gloria de Dios y esto por amor tuyo Jesús, que en la vida querías hacer en todo
la Voluntad del Padre, Oh Señor, haz que yo te sirva con amor puro y entero sin
esperar en cambio, escritos, éxitos o felicidad, que yo te sirva y te ame, Oh
Jesús, sin ningún otro propósito que Tu Honor y Tu Gloria, amén.
Guía también mediante la oración
amorosa y sincera, que Dios es Infinita Merced y Misericordia, que cada uno de
ustedes pueda aprender y llevar sus cruces, vuestro emblema fue siempre padecer
y ser depreciado, o si pudiese yo al menos designarme en mis tribulaciones, ya
que no soy tan generoso como Tú, en el padecer y ser despreciado, a Ti pues,
que en tantos sufrimientos fuiste siempre paciente, resignado y gozoso, a Ti me
encomiendo para que me enseñes a resignarme en mis muchas penas, tampoco me
faltan fuertes pesares y pesadas cruces y muy a menudo cansado y desalentado me
quedo, me abato y caigo; ten compasión de mí y ayúdame a llevar con resignación
y gozo mis cruces, con la mirada siempre vuelta al Cielo, os tomo por protector
mío, por mi Maestro y mi Guía, en la Tierra para ser vuestro compañero en la Patria
del Paraíso eterno, amén.
Hay mucho más que decir, hay mucho
más que contar, que mostrar y que aprender pero, esta hija mía, esta desgastada
y muy cansada, la comprendo porque yo en vida pase por el dolor, la soledad, la
incertidumbre y el dolor físico, cuando me latigaban la espalda, igual que a
ella para no escribir.
Termino diciéndoles, sirvan a Dios
mis amados hijos y hermanos en Cristo, siguiendo sus pisadas de mortificación
en toda paciencia, en todo silencio y en todas ganas de padecer hechas verdugos
de los contentos, mortificándose si por ventura, algo ha quedado por morir que
estorbe la resurrección interior del espíritu el cual more en sus almas, amen.
Intercedo ante Dios Todopoderoso y Misericordioso,
para que los ayude a imitar a Jesús y a llevar con paciencia, resignación,
obediencia y amor, cada una de sus cruces, misiones y pruebas, queden sus
mercedes con Dios y con la gloriosa Virgen María.
Fray Juan de la Cruz.
Habla la Inmaculada Virgen María:
Hijos Míos, Juan de la Cruz era un
hombre sencillo y humilde, devoto a Dios, que no obstante su reclusión física,
gozaba de la libertad del alma que solo el Espíritu Santo puede dar a través
del amor. Escribía frases bellísimas, algunas como oraciones a Dios y otras para
predicar, ahora de ello les comparto algunas:
¡Pon amor donde no hay amor y
obtendrás amor!
¡El alma que camina en el amor no se
cansa ni cansa!
¡Quien no ama ya está muerto!
¡El alma que quiere que Dios le de
todo, debe dar todo sin dejar nada para sí!
¡Quien sabe morir a todo, tendrá vida
en todo!
¡Quien no ama al prójimo odia a Dios!
¡Es mejor sufrir por Dios que hacer
milagros!
¡En el crepúsculo de nuestra vida,
seremos juzgados por el amor!
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Aunque vivas entre demonios, quiere Dios
que, de tal manera, vivas entre ellos, que ni vuelvas la cabeza del pensamiento
a sus cosas, sino que las dejes totalmente procurando tú, traer tu alma pura y
entera en Dios, sin que un pensamiento de que eso ni de eso otro te lo estorbe.
Dice la Inmaculada Virgen María a todos:
Reflexionen sobre estas palabras
hijos Míos, cada Mensaje es una perla, que el Cielo les da, para que puedan
conservarla en su corazón y compartirla en su vida.
RECIBAN MI AMOROSA BENDICIÓN COMO SU
ETERNA MADRE LA INMACULADA SIEMPRE VIRGEN MARÍA.
AMEN, AMEN, AMEN.