Mensaje de San José
9 de marzo 2023
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E” mujer de Dios, escribe estas frases como te vengan en mente, están en italiano, latín y español. ”O” hombre de Dios, traduce lo que corresponde a fin de que este Mensaje, sea conocido por todos; Yo soy el Ángel del Señor y he sido enviado para hacer este bellísimo regalo de amor a todos aquellos los que lo acojan con fe en el corazón, sean agradecidos al Eterno Padre que, en su infinita bondad y misericordia, continúa a donarles estas perlas celestiales.
San José es
reconocido como el más grande de la Iglesia, después de la Virgen María. Gregorio Nacianceno escribió: “El Señor
reunió en José, como en el sol todos los santos se llenaron de luz y esplendor,
satanás trató de impedir el nacimiento de San José,
esterilizando a su madre, pero Dios quiso por la fe y la oración de Jacob, Dios
recibió la oración de Jacob y Raquel, así que después nació San José, Jacob
y Raquel consagraron a José en el Templo, sin pensar que José sería el
protector del Templo (El Niño Jesús).
Cuando era pequeño José fue acosado por los primos de Samuel, por eso José se retiró al montículo a contemplar las estrellas, ese niño maravilloso realizó exorcismos, pidiendo a los ángeles que expulsaran demonios del pueblo de Israel. José fue atacado varias veces por lobos que el diablo envió para matarlo, contra los cuales arrojó José con una gran acusación, la providencia lo formó en virtud de la castidad y la confianza.
José en su
gran humildad, nunca pensó que el era el padre de Jesús, el Salvador; Dios le confió
el inmenso deber y privilegio como esposo de la Virgen María y Santo Custodio
de la Familia, por eso, él es el Santo que está al lado de Jesús y su Santísima
Madre.
Dios ha escogido al buen José para constituir una familia para Jesús, asumiendo el rol paterno, José hombre justo, se caracterizó en sus relaciones familiares tratando a María con el máximo respeto y sirviendo de modelo por voluntad de Dios a Jesús; ejercita esta custodia con discreción, con humildad, en silencio, pero con presencia constante y fidelidad total, también cuando no comprende, desde su matrimonio con María el episodio de Jesús en el templo de Jerusalén, a la edad 12 años los acompañó en cada momento con premura y amor.
Con María su esposa ha
estado con ella en los momentos serenos de la vida, así como en los momentos
difíciles: en el viaje a Belén para el censo y en las horas temblorosas y
alegres del parto, en el momento dramático de la fuga a Egipto y en la búsqueda
afanosa del hijo en el Templo; y después en la vida cotidiana en la casa de
Nazaret, en el taller donde ha enseñado a Jesús el oficio de carpintero.
San José tuvo alegrías y dolores:
Ø Cuando estaba decidido a repudiar a
su esposa Inmaculada y cuando el Arcángel le reveló el sublime Misterio de la Encarnación.
Ø El dolor de ver al niño Jesús nacer
en la pobreza, pero también, la alegría de escuchar la armonía del Coro de los Ángeles
y observar la gloria de aquella noche.
Ø El dolor de ver la sangre del Niño
Jesús esparcida en su circuncisión y la alegría dada en el momento de poner el Nombre
de Jesús.
Ø El dolor y la profecía de Simeón cuando predecía los sufrimientos de Jesús y de María, pero también, la alegría en el escuchar las Predicciones de la Salvación y de la gloriosa Resurrección de innumerables almas.
Ø El dolor en el ansia de educar y
servir al Hijo del Altísimo, especialmente en el viaje a Egipto, pero también,
la alegría de tener siempre consigo a Dios mismo y de ver la caída de los ídolos
de Egipto.
Ø El dolor de regresar a Nazaret por
miedo de Herodes, pero también, la alegría de regresar con Jesús desde Egipto a
Nazaret y la confianza dada por el Ángel.
Ø El dolor de haber perdido a Jesús y
la búsqueda con angustia por tres días, pero también, la alegría de encontrarlo
en medio de los doctores del Templo.
San José es llamado “el Santo del silencio”, no se conocen palabras por el expresadas, se conocen solo sus obras, sus actos de fe de amor y de protección, como padre responsable del bienestar de su amada esposa y de su excepcional hijo; San José es el patrono de la iglesia familia de Dios, porque desde el Cielo, tiene cuidado y protección de todos sus hijos como un día, ha tenido cuidado y protegido como un buen padre de la Sagrada Familia, San José es el hombre de la fuerza, en la obediencia, en la justicia, en la prudencia, en la pobreza, en la virginidad y en la gratitud, deben saber que San José en la lucha contra el mal, es íntimamente unido en la batalla que se combate por la beata Virgen María con sus guerreros espirituales.
El diablo tiene un odio especial por San José, por todas las virtudes que tiene por Gracia Divina, motivo por el cual es llamado el terror de los demonios, San José es invocado como “Terror de los demonios” siempre unido a la Virgen María, quien aplasto la cabeza de la serpiente.
Terror de los demonios es
un título imponente y decidido, es el título de un guerrero, “el lirio que San José
tiene en mano, es una potente arma espiritual, una espada de pureza, tiene el
poder de perforar dragones que escupen fuego, (demonios) y expulsar cada suerte de suciedad y
obscuridad, el lirio que sostiene San José, es una amenaza para todos los
tontos ejércitos de satanás, los demonios son aterrorizados tan solo por la sola
mención del Nombre de José, tienen miedo de todo lo que tiene y todo lo que
hace San José; el espíritu de José, es siempre atento pronto
a proteger, defender y luchar por Jesús María y las almas.
San José es un
hombre tranquilo pero no tímido, una mirada de sus ojos, hace oír el infierno,
todo el infierno tiembla delante del padre y de la Sagrada Familia, ni satanás, ni los espíritus malignos, ni los demonios
son un mito.
Para alejar al enemigo, nosotros necesitamos a Jesús, a María,
a José y a las Enseñanzas de los Sacramentos de la Iglesia católica, cada
cristiano tiene necesidad de la verdad, de la fuerte paternidad espiritual de San
José.
Jesús es
Dios y tiene nombrado a San José como su amoroso padre espiritual, en los momentos
de miedo, opresión, en el periodo de muerte y en una extrema tentación, corre
detrás del padre espiritual y el combatirá por ti. San José no fue ni papa, ni
sacerdote, ni monje, ni mártir, fue laico y como la mayor parte de los laicos
fue padre y esposo, es propio que esta amorosa paternidad que en modo
particular confía a San José una extraordinaria fuerza de interseción.
La pureza de San José, es una arma contra la porquería y la perversión de los diablos, satanás es una creatura disgustada, perversa y pornográfica, la pureza lo expulsa y lo aleja, San José ve el Rostro de Dios y tiene poder contra el mal porque es puro.
Durante su permanencia terrena, contempló por años el Rostro de
Jesús, y en el Cielo contempla eternamente el Rostro de Dios, haciendo cegar a
los demonios en el infierno con su rostro radiante, la Iglesia
y el Mundo tienen necesidad de hombres que hagan temblar a los demonios y esto
sucederá solo cuando los hombres imiten a la pureza de San José, ahora he
aquí los pensamientos de algunos Santos sobre San José:
1. Valiente y fuerte es el hombre que con San José persevera en la humildad, conquistará de inmediato al demonio y al mundo colmado de ambición, vanidad y orgullo. San Francisco de Sales.
2. Es
cierto que otros Santos disfrutan de un gran poder en el Cielo, pero, viven
como sirvientes y no mandan como amos, San José a cuya autoridad Jesús estaba
sujeto en la Tierra, obtiene lo que desea en el Cielo de su Majestuoso hijo
adoptivo. Santo Tomas de Aquino.
3. Que
podría rehusarle Jesucristo a San José, quien jamás le rehusó nada durante su
vida mortal en la Tierra.
San Agustín.
4. El
Señor quiere que comprendamos que, así como él estuvo sujeto a San José en la Tierra,
porque al haber llevado el título de padre y ser el tutor del Señor, José pudo
darle ordenes al Señor, así en el Cielo Dios hace todo lo que él le pide. Santa
Teresa de Ávila.
5. San José, con el amor y la generosidad
con que protegió a Jesús, también protegerá tu alma, y así como lo defendió de
Herodes defenderá tu alma del Herodes más feroz, el diablo.
6. Todo
el cuidado que el Patriarca San José tiene por Jesús, lo tiene por ti y siempre
te ayudará con su Patrocinio, él te liberará de la persecución del malvado y
orgulloso Herodes y no permitirá que tu corazón se aleje de Jesús, acude a
Jesús con extrema confianza porque no recuerda haber pedido nada a San José sin
haberlo obtenido fácilmente. San Pío de Pietrelcina.
7. Todo
por Jesús, todo por María, todo tu ejemplo al Patriarca San José. San Pío X.
8. Alégrense
devotos Siervos de San José, porque están cerca del paraíso, la escalera que
conduce a él, solo tiene 3 peldaños, Jesús, María y José. Papa Pablo
VI.
9. El
San José, especialmente favorece con especial protección, a aquellas almas que
están inscritas bajo el estandarte de María, Santa María Magdalena de Pasi.
Ahora vuelve a mirar el Mensaje del
16 de diciembre del 2022, a fin de que, tú puedas recitar la oración a San José
que ha sido indicada para ser protegido de todo mal, San José el santo del
silencio no te habla, toma nota de ti y de cada momento como un padre amable
así como ha hecho en la vida terrena con Jesús, todos
aquellos que gozan de una grande misión son protegidos por Dios, en el mismo
tiempo, odiados y perseguidos por los demonios, para esto, por San José deben
confiar en Dios y saber que el da la fuerza para vencer al mal, cuándo la
voluntad de Dios es hecha, Dios premia la confianza y hace llegar a
cumplimiento las obras. He aquí porque no pensar más que Dios te
abandona, cual sea la prueba el Señor da la victoria, “conságrense al buen San
José a fin de que sean reforzados en el combate espiritual que afrontan”.
Ahora les habla la Reina
del Cielo, Madre de Jesús Salvador:
Hijos Míos reciban este Mensaje y consérvenlo en su
corazón, existen muchas otras cosas para decirles del buen San José, pero basta
saber que su obediencia a Dios, la humildad y su pureza lo hicieron proteger a
Jesús y a Mí, sin poner a discusión ni en duda de la Palabra del Señor.
RECIBAN LA BENDICIÓN DEL ETERNO PADRE,
DE MI AMADO JESÚS, DEL BUEN SAN JOSÉ Y MÍA, COMO AMABLE MADRE LA SIEMPRE VIRGEN
MARÍA, ASÍ COMO LA PROTECCIÓN DEL ÁNGEL DEL SEÑOR.
AMEN, AMEN, AMEN.