Mensaje de San Patricio Obispo de Irlanda
17 de marzo 2023
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Habla la Inmaculada Virgen María:
Hija de Dios escribe este Mensaje, lo
harás en italiano, así lo traducirá Mi hijo “O”, en este día la Iglesia Católica,
recuera a un hombre conocido por su espíritu gentil y su empeño, su trabajo y
su perseverancia, Patricio de Irlanda es recordado también por su lenguaje
simple y cercano a la evangelización de muchas almas, recibe este mensaje de tu
hermano mayor Patricio, es una perla celestial para enriquecer tu vida.
Habla San Patricio de Irlanda:
Soy
Patricio y hoy vengo a darles este Mensaje, para animarlos a cumplir la Misión que
Dios les ha confiado a cada uno de ustedes.
De muy joven, fui vendido como esclavo, pero la Divina Providencia ha aprovechado de aquel periodo de esclavitud, duro trabajo y sufrimiento para espiritualizarme, preparándome para el cumpliemiento de mi Misión; yo no era digno, por que el Señor concedia tranta Gracia a este humilde siervo, después de tantas tribulaciones y pruebas, después de haber sido prisionero, el Señor me ha hecho tantos favores que en mi juventud no me lo esperaba y ni me lo imaginaba.
Con el amor de Dios y el temor a El, mi fe aumentaba en mi prisión y mi espíritu se ha movido, en modo tal que, un día, he orado hasta cien veces en la mañana y un número igual en la noche, además, estaba yo acostumbrado a estar en los bosques y en las montañas, me despertaba antes del alba para orar en la nieve, en el frío helado bajo la lluvia, no sentía flojera o estaba enfermo porque como ahora veo, el Espíritu ardía en mí.
Una noche dormido he sentido una voz que me decia: “Es bueno que tú ayunes, pronto saldrás de tu prisión, mira, tu nave está lista, he caminado mucho para encontrarla, e inmediatemente después, me escape de mi amo que había servido por 6 años, pero es pesado describir a detalle todas mis fatigas una por una, a ustedes les basta saber como Dios, el más sagrado, me ha liberado muchas veces de la esclavitud y de las 12 pruebas de las cuales era amenazada mi alma.
También las insidias humanas y de cosas que no pueden explicar las palabras, y muchas veces me ha dado abundantes advertencias através de las Profecias Divinas, estoy en deuda con Dios porque me ha dado tantas Gracias para que a través de mi, muchas personas nazcan de nuevo en Dios, y después, inmediatemente confirmadas para ellas, he sido ordenado en el clero; además, he sido atacado por algunos de mis superiores que buscaban usar mis pecados para desacreditarme en mi duro trabajo de obispo y evangelizador.
También si Dios me ha escogido como su ayuda, he sido lento a aceptar el animarme por el Espíritu Santo, como ha sido con ustedes, el Señor me ha mostrado Su Gracia un millón de veces porque ha visto que fui pronto, que estaba listo también cuando no sabía que cosa hacer, de igual manera como algunos de ustedes.
A la edad de 20 años he tenido un sueño que me ha inspirado a llegar a ser sacerdote y a ofrecerme como misionero para evangelizar en Irlanda, la tierra en la cual había yo sido hecho escalvo; por 30 años, he visitado los rincones más alejados de esta Isla, he andado donde jamás habían escuchado hablar de Cristo y del Evangelio, he sido amenazado de muerte y he sido prisionero, me han encarcelado.
En otras ocaciones, he sentido el mismo diablo hacerme temblar mi cuerpo físico como a "E".
Por Gracia de Dios he continuado predicando el Evangelio hasta obtener la conversión de muchos. Fui como una piedra en una mina profunda y vine con el que es fuerte, y en Su Misericordia me levantó y Me puso sobre un muro; Dios me ha cuidado antes que lo conociese y antes de que conociese el significado o incluso lo pudiese distinguir entre el bien y el mal, y me ha protegido, confortado como un padre haría con su hijo.
Pido a Dios a darles a ustedes perseverancia y de hacerlos fieles testimonios de El hasta el último día de su vida; el Señor ha abierto la comprensión de mi corazón incrédulo porque yo recordé mis pecados, pidan que suceda lo mismo para cada uno de ustedes, los invito a ponerse en las Manos del Dios de Misericordia, del Señor Omnipotente que todo gobierna, y como dijo el Profeta, “Deja al Señor tus preocupaciones y el proveerá el modo para aligerarlas; pido Dios donar a ustedes la perseverancia en la Misión a la cual cada uno ha sido llamado, de donar a ustedes un espíritu fuerte y noble, de llegar a ser guerreros fieles hasta el último día de su vida.
Soy Patricio, su padre y hermano en Cristo
Jesús.
Habla la Inmculada Virgen María:
Hijos Míos,
Patricio ha sido un hombre de fe y de total dedicación a Dios, no obstante, ha
tenido fuertes ataques espirituales y siempre ha permanecido firme y en oración.
Les doy todavía una vez más el Pectoral o el Escudo de San Patricio, que es un escudo protector contra satanás y los espíritus malignos, es una oración protectora, capáz de exorcisar a los demonios, reciban hoy la oración pectoral o el escudo de San Patricio, hecha por este siervo de Dios en tiempos de prueba y de batalla espiritual, es un arma potente contra satanás y sus espíritus malignos, para la multiplicación de alabanzas al Poder de la Santisima Trinidad, para sus matices protectoras y humanitarias, “constituye la armadura puesta sobre el pecho de los guerreros que intentaban ir en batalla, recuerden que son guerreros y esta armadura, debe ser parte de su armadura espiritual, esta Coraza es un instrumento precioso que te protegerá de todo mal que te persigue, es una potente invocación para obtener la protección de la Santisima Trinidad contra todo mal y adversidad, recuerden que esta oración hecha con amor, será poderosa arma de protección en las batallas espirituales que cada uno deberá afrontar; no hay necesidad que Erika escriba esta oración dado que la conocen ya, es mejor que Mi hija comparta las imágenes que ha visto antes de escribir este Mensaje; "E" ha sido atacada, así tanto que le ha costado mucho trabajo escribir este Mensaje, y si bien está aprendiendo a ser animosa, tiene necesidad de sus oraciones, su lucha no es fácil y solo Dios sabe cuánto sea difícil para ella escribir, escúchenla, guíenla y continúen a sostenerla”.
RECIBAN MI BENDICIÓN MATERNA COMO SU MADRE, LA SIEMPRE VIRGEN MARÍA.
AMEN, AMEN, AMEN.
CORAZA DE SAN PATRICIO
Me envuelvo hoy día y ato a mí una Fuerza Poderosa, la invocación de la Trinidad, la fe en las Tres Personas, la confesión de la Unidad del Creador del Universo.
Me envuelvo hoy día y ato a mí la fuerza de Cristo, con su bautismo, la fuerza de su Crucifixión y entierro, la fuerza de su Resurrección y Ascensión, la fuerza de su vuelta para el Juicio de la Eternidad.
Me envuelvo y ato a mí la fuerza proveniente de los méritos de todos aquellos que ya están unidos a Dios para siempre en la eternidad, especialmente la fuerza de los méritos de María Santísima, San José, San Juan Bautista y mis Santos Patronos.
Me envuelvo hoy día y ato a mí la fuerza del Espíritu Santo que fortaleció a los Apóstoles en Pentecostés, la fuerza del amor de los Querubines, la obediencia de los Ángeles, el servicio de los Arcángeles, la esperanza de la resurrección para el premio, las Oraciones de los Patriarcas, las predicciones de los Profetas, las predicaciones de los Apóstoles, la fe de los Mártires, las buenas obras de los Confesores.
Me envuelvo hoy día y ato a mí el Poder del Cielo, la luz del sol, el brillo de la luna, el resplandor del fuego, la velocidad del rayo, la rapidez del viento, la profundidad del mar, la firmeza de la tierra, la solidez de la roca.
Me envuelvo hoy día y ato a mí la Fuerza de Dios para orientarme, el Poder de Dios para sostenerme, la Sabiduría de Dios para guiarme, el ojo de Dios para prevenirme, el oído de Dios para escucharme, la Palabra de Dios para apoyarme, la mano de Dios para defenderme, el camino de Dios para recibir mis pasos, el escudo de Dios para protegerme, los Ejércitos de Dios para darme seguridad contra las trampas de los demonios, contra las tentaciones de los vicios, contra las malas inclinaciones de la naturaleza, contra todos los que desean el mal, de palabra, obra y pensamiento, de lejos y de cerca, estando yo solo o en la multitud.
Convoco hoy día a todas las Fuerzas Poderosas, que están entre mí y esos males, para oponerlas contra los encantamientos de los falsos profetas, contra las leyes negras del paganismo, contra las leyes falsas de los herejes, contra la astucia de la idolatría, contra los conjuros de las brujas, brujos y magos, contra todos los que me envidian y planifican cómo destruirme, contra la curiosidad que daña el cuerpo y el alma del hombre.
Invoco a Cristo para que me proteja hoy contra el veneno, el incendio, el ahogo, las heridas, para que pueda yo alcanzar abundancia de premio.
Cristo conmigo, Cristo delante de mí, Cristo detrás de mí, Cristo en mí, Cristo sobre mí, Cristo a mi derecha, Cristo a mi izquierda, Cristo debajo de mí, Cristo en la anchura, Cristo en la longitud, Cristo en la altura.
Invoco a Cristo para que este en el corazón de todo hombre que piensa en mí, Cristo en la boca de todos los que hablan de mí, Cristo en todo ojo que me ve, Cristo en todo oído que me escucha.
Me envuelvo hoy día y ato a mí una Fuerza Poderosa; la invocación de la Trinidad, la fe en las Tres Divinas Personas, la confesión de la Unidad del Creador del Universo.
Del Señor es la Salvación, el Señor es la fuerza de la Salvación, Cristo es la salvación que nos libra de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos odian para servirle con santidad y justicia, en su presencia todos nuestros días.
Amén.
CORAZA DE SAN PATRICIO
Me envuelvo hoy día y ato a mí una Fuerza Poderosa, la invocación de la Trinidad, la fe en las Tres Personas, la confesión de la Unidad del Creador del Universo.
Me envuelvo hoy día y ato a mí la fuerza de Cristo, con su bautismo, la fuerza de su Crucifixión y entierro, la fuerza de su Resurrección y Ascensión, la fuerza de su vuelta para el Juicio de la Eternidad.
Me envuelvo y ato a mí la fuerza proveniente de los méritos de todos aquellos que ya están unidos a Dios para siempre en la eternidad, especialmente la fuerza de los méritos de María Santísima, San José, San Juan Bautista y mis Santos Patronos.
Me envuelvo hoy día y ato a mí la fuerza del Espíritu Santo que fortaleció a los Apóstoles en Pentecostés, la fuerza del amor de los Querubines, la obediencia de los Ángeles, el servicio de los Arcángeles, la esperanza de la resurrección para el premio, las Oraciones de los Patriarcas, las predicciones de los Profetas, las predicaciones de los Apóstoles, la fe de los Mártires, las buenas obras de los Confesores.
Me envuelvo hoy día y ato a mí el Poder del Cielo, la luz del sol, el brillo de la luna, el resplandor del fuego, la velocidad del rayo, la rapidez del viento, la profundidad del mar, la firmeza de la tierra, la solidez de la roca.
Me envuelvo hoy día y ato a mí la Fuerza de Dios para orientarme, el Poder de Dios para sostenerme, la Sabiduría de Dios para guiarme, el ojo de Dios para prevenirme, el oído de Dios para escucharme, la Palabra de Dios para apoyarme, la mano de Dios para defenderme, el camino de Dios para recibir mis pasos, el escudo de Dios para protegerme, los Ejércitos de Dios para darme seguridad contra las trampas de los demonios, contra las tentaciones de los vicios, contra las malas inclinaciones de la naturaleza, contra todos los que desean el mal, de palabra, obra y pensamiento, de lejos y de cerca, estando yo solo o en la multitud.
Convoco hoy día a todas las Fuerzas Poderosas, que están entre mí y esos males, para oponerlas contra los encantamientos de los falsos profetas, contra las leyes negras del paganismo, contra las leyes falsas de los herejes, contra la astucia de la idolatría, contra los conjuros de las brujas, brujos y magos, contra todos los que me envidian y planifican cómo destruirme, contra la curiosidad que daña el cuerpo y el alma del hombre.
Invoco a Cristo para que me proteja hoy contra el veneno, el incendio, el ahogo, las heridas, para que pueda yo alcanzar abundancia de premio.
Cristo conmigo, Cristo delante de mí, Cristo detrás de mí, Cristo en mí, Cristo sobre mí, Cristo a mi derecha, Cristo a mi izquierda, Cristo debajo de mí, Cristo en la anchura, Cristo en la longitud, Cristo en la altura.
Invoco a Cristo para que este en el corazón de todo hombre que piensa en mí, Cristo en la boca de todos los que hablan de mí, Cristo en todo ojo que me ve, Cristo en todo oído que me escucha.
Me envuelvo hoy día y ato a mí una Fuerza Poderosa; la invocación de la Trinidad, la fe en las Tres Divinas Personas, la confesión de la Unidad del Creador del Universo.
Del Señor es la Salvación, el Señor es la fuerza de la Salvación, Cristo es la salvación que nos libra de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos odian para servirle con santidad y justicia, en su presencia todos nuestros días.
Amén.
